lunes, 10 de junio de 2013
Asi soy yo.
Sí, puede que tenga muy mal humor, que cuando esté enfadada la pague con quien no deba, que diga cosas de las que después me arrepienta, que mi orgullo me supere en muchas ocasiones, que me enfade por cualquier tontería, que diga siempre lo que pienso, que no me calle ante algo que me parece injusto, que me arrepienta después de haber hecho algo, que me cueste pedir perdón o decir te quiero, que sea cabezota, que haga cosas que no deba. Pero eso sí, prefiero decir las cosas que pienso a la cara, que decirlas a la espalda. Prefiero decir te quiero cuando de verdad lo sienta. Prefiero arriesgar, en vez de no hacer nada por temor a perder. Prefiero llevarme un palo, que nunca darme cuenta de la verdadera realidad. Prefiero equivocarme, para así poder aprender de mis errores. Prefiero decir las verdades, aunque duelan. Pero sobre todo, prefiero decir todo lo que pienso, a ser otra falsa más de este planeta.
sábado, 6 de abril de 2013
No digas nada por favor que hablando el alma me destrozas, quiero decirte tantas cosas, quiero acordarme de tu olor....no digas nada por favor, no vaya a ser que me despierte, de un sueño en el que puedo verte y aún puedo hablarte de mi amor....no digas nada ten piedad,solo te pido que mañana por la noche.... dormido me des LA OPORTUNIDAD
martes, 5 de febrero de 2013
Todos queremos esa relación
perfecta… esos amores de película que siempre empiezan mal pero que por C o B,
sabes que acabarán bien. Pueden discutir, odiarse, insultarse que siempre al
final se tragarán todo su orgullo. Pero en cambio, en la vida real no es tan
sencillo. A nosotros nos cuesta la misma vida decir un te quiero tanto como
pedir perdón. Nos cuesta confiar en alguien y abrir las puertas del corazón
después de que nos hayan hecho daño. Aquí nadie te escribe el guión que tienes
que seguir, todo se improvisa y la mayoría de las veces la cagamos y no hay
nadie que diga: ‘’¡Corten, repetimos!’’. La vida es muy puta y puedes llegar a
odiar sin darte cuenta. Aquí nada es sencillo. Aquí las lágrimas no son
artificiales, son de verdad. Aquí el dolor te duele, no se va cuando se naja el
telón. En la vida real te hacen daño, te rompen las ilusiones y no viene nadie
detrás a retocarse el maquillaje. Te gustaría ser una de ellas pero no en la
vida real, porque aquí tu príncipe azul nunca llegará a su hora, o puede que no
llegue nunca.
Miedo a volverte a enamorar
Porque siempre tenemos miedo a cometer
el mismo error, miedo a recordar lo que pensamos que está olvidado, miedo a
volver a mirarle y volverte a enamorar después de todo…
Miedo a no haber aprendido la lección…
pero no podemos hacer nada cuando el propio miedo es nuestra propia felicidad.
lunes, 28 de enero de 2013
Hoy he sentido la necesidad de llamarte, como una necesidad que no para de presionarme. Hoy he mirado tus fotos unas cuantas veces y he pensado la vez que te conocí. Por mucho que te he echado de menos no te he llamado, ni te he mandado un mensaje, ni un whatsapp, ni nada, lo he pensado, lo he escrito y luego he borrado todo. No puedo decirte nada. He decidido alejarme para ver si también te importo, para ver si me echas de menos y eres tú el que vienes a buscarme.
Y como duele...
A rachas, a días, por momentos, en lugares
concretos, cuando menos te lo esperas. Llega sin avisar y se queda un tiempo
indefinido. No puedes dejar de hacerlo, aunque lo intentes: escuece, duele,
quema, pica, desgarra, rompe, congela, hiela, arde, arranca, hiere,
desquebraja, te hunde, te asfixia. ¿He dicho que duele? DUELE, Y MUCHO.
Recuérdalo, antes de que sea tarde.
Cuando no la acaricies, ni escuches su risa. Cuando no huelas su colonia y digas que te encanta. Cuando no puedas mirarla a los ojos. Cuando no la tengas para reírte. Cuando no te llegue ni un puto sms más diciéndote que te quiere y que duermas bien. Cuando no la tengas para darle todos esos besos. Cuando ella ya no se gire buscando tus labios, entonces, la echarás de menos.
¿Sabes?
La vida es como un viaje en autobús,
algunos comienzan el viaje sin ti, otros se montan a la mitad del camino,
muchos se bajan antes de que llegues al final de tu viaje y muy pocos
permanecen junto a ti hasta el final. Pero cada una de esas personas dejan algo
en tu corazón, que recordarás a lo largo de ese hermoso viaje. Baja las
ventanas y disfruta del viaje, porque no sabes cuándo llegarás a tu parada…
viernes, 4 de enero de 2013
Con querer no es suficiente, con amar sobra.
Aprendí
que quién te quiere te busca, que amar es cosa de dos, que no por decir más se
siente más, sino que las cosas se demuestran. También aprendí que una vez que
te enamoras jamás consigues olvidar a ese primer amor, que vendrán muchas
personas después pero ninguna llenará ese vacío. Aprendí que se puede querer a
dos personas a la vez, y que se desprende más energía discutiendo con alguien a
quién amas. Aprendí que las promesas se rompen, y que quién menos te lo esperas
también te decepciona, que no se puede poner la mano en el fuego por nadie
porque la mayoría de las veces, por no decir siempre te acabas quemando. Sin
duda aprendí perfectamente que quien quiere algo lucha por ello y que mejor
arrepentirse de lo que has hecho que de lo que no hiciste por miedo a tropezar.
Aprendí que a las personas no se las olvida, únicamente se aprende a vivir sin
ellas. Pero lo mejor que he aprendido es que hay personas fundamentales en tu
vida y que por muy lejos que estén, por muchos impedimentos o cosas que pasen al
final volverán a tu lado, y si amigos, de eso se encarga el destino, mientras disfrutad como si no hubiese mañana
y recordad que con querer no es suficiente, con amar sobra.
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