Aprendí
que quién te quiere te busca, que amar es cosa de dos, que no por decir más se
siente más, sino que las cosas se demuestran. También aprendí que una vez que
te enamoras jamás consigues olvidar a ese primer amor, que vendrán muchas
personas después pero ninguna llenará ese vacío. Aprendí que se puede querer a
dos personas a la vez, y que se desprende más energía discutiendo con alguien a
quién amas. Aprendí que las promesas se rompen, y que quién menos te lo esperas
también te decepciona, que no se puede poner la mano en el fuego por nadie
porque la mayoría de las veces, por no decir siempre te acabas quemando. Sin
duda aprendí perfectamente que quien quiere algo lucha por ello y que mejor
arrepentirse de lo que has hecho que de lo que no hiciste por miedo a tropezar.
Aprendí que a las personas no se las olvida, únicamente se aprende a vivir sin
ellas. Pero lo mejor que he aprendido es que hay personas fundamentales en tu
vida y que por muy lejos que estén, por muchos impedimentos o cosas que pasen al
final volverán a tu lado, y si amigos, de eso se encarga el destino, mientras disfrutad como si no hubiese mañana
y recordad que con querer no es suficiente, con amar sobra.
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